La veterinaria española Marga Gallego rescató a un pequeño perro llamado Wolfi de un hombre el cual abusaba sexualmente de éste.
Cuando su propietario y torturador murió, el can quedó bajo la protección de la experta. Al principio creyó que necesitaba de su cuidado porque se encontraba en orfandad, pero la conducta defensiva del perro se debía a su terrible pasado de abusos.
“No dejaba que te acercaras a su parte trasera. Aún hoy no le puedes lavar, ni cortar las uñas ni cepillar sin haberlo sedado antes, porque se pone muy agresivo”, dijo Marga al diario español El Mundo, y detalló que el dueño de Wolfi falleció hace 18 meses de una infección bacteriana en el pene.
“El trauma del animalito es tan grande, que aún no está apto para la adopción”, aseguró la veterinaria que cuida de él en una casa de rescate animal en Mallorca, España.
ZOOFILIA, UNA REALIDAD
“A nadie le gusta hablar de zoofilia, pero es algo que existe. (Los animales) sufren igual que una mujer o un hombre”, anota Marga Gallego.
Ella, desde hace más de 20 años se dedica al rescate y rehabilitación de animales. Muchos canes son rescatados de casas donde se practica la prostitución.
Los canes utilizados para prácticas zoofílicas pueden presentar laceraciones en el pene, desgarros anales y vaginales.
“Hay veces que hay que intervenir quirúrgicamente los desgarros, pero el tratamiento es sobre todo emocional. Puede que no se lleguen a recuperar nunca de las secuelas psicológicas. Algunos llegan a morir por estrés”, lamenta.
Gallego alertó que este tipo de incidentes están llenos de violencia y dominación, lo que a estos animales les que genera mucha ansiedad a nivel emocional. “Hay un cruel sometimiento, y mucha gente no entiende -fustiga- que sienten igual que los humanos (que padecen algún ataque o abuso sexual)”.
Fuente: tribuna.com.mx
